La DOQ Priorat (o también conocida como D.O.Ca Priorat) es la única denominación de origen catalana reconocida como Denominación de Origen Calificada. En España, solamente la Rioja comparte esta calificación que certifica que los vinos se elaboran siguiendo unas estrictas condiciones que los relacionan con el “terroir” y que les dan su tipicidad. Y es que pocas regiones como esta son tan inhóspitas y escasas en la producción de uva y, por el contrario, presentan una capacidad tan alta para producir vinos excepcionales.
La DOQ Priorat abarca siete municipios de la comarca del Priorat con un territorio muy pequeño (alrededor de las 20.000ha) de las cuales 1.600ha se dedican al cultivo de la viña.
La orografía es muy complicada, con pendientes tan pronunciadas que han requerido la construcción de “terrasses”, que son unos muros de piedra que se construyen para allanar el terreno en forma de escalera y así facilitar de alguna forma un cultivo que es muy complejo, exigente y costoso.
Los vinos se elaboraban en pequeñas parcelas (denominadas clos) y todos los habitantes de la zona tenían la suya. Hoy los vinos han heredado el nombre y los Clos Mogador, Clos Dofí, Clos Martinet o l’Ermita han mirado hacia la exportación y han conquistado el mundo de los vinos.
El elemento más característico de estos vinos es su mineralidad relacionada con el suelo, formado por lo que se denomina “llicorella”, una piedra pizarrosa gris y áspera que protege el suelo de la erosión.
La insolación es alta, las lluvias son escasas y la oscilación térmica puede llegar a los 20 grados entre el día y la noche. Esta meteorología y la poca influencia del mar, provocan unos rendimientos muy bajos que aportan al vino una personalidad muy singular. Estas condiciones hacen también que la vendimia sea muy prolongada y se vayan cogiendo los racimos en diferentes fases, esperando a que alcancen su punto óptimo de maduración, entre mediados de septiembre y finales de octubre.